Brisa y fuego

Llegaste brisa fresca y sutil,

aún soy huracán,

aún soy tramontana,

aún soy norte.

 

Llegaste cálido fuego,

y yo parezco incendio

que no termina.

 

Si te quedas

en la tranquilidad de tu sonrisa

es posible que veas

el brillo de mis ojos obscuros,

que puedas sentir

la dulzura de mis labios.

 

Y si te quedas,

es posible

que quiera quedarme contigo.

 

Fotografía

Iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii qssssssssssssssssssssssshhh crrrrrrrrrrrrrrrrrrash….

Escuchó muy claro el sonido de su corazón desgarrándose hasta que finalmente se rompió; sostuvo la fotografía y con mucho esfuerzo trató de guardar la calma mientras buscaba en su cabeza un motivo, una razón, un argumento que le respondiera la pregunta más simple y temida ¿por qué?

Fue en vano, porque esa fotografía sólo le respondía parte de la verdad que quería conocer, pero ya no había manera de acceder a ella aunque…quizá si…no, una confrontación personal no era buena idea y además ¿para qué? ¿qué caso tenía? ¿en verdad necesitaba de la verdad? No, la gente miente, miente siempre y en todo caso, ya no era más su problema con esto quedaba zanjada cualquier posibilidad…

Soltó la fotografía que fue cayendo poco a poco formando figuras en el aire, algo así como pequeñas «zetas» acompasadas con un vaivén «zig zag zig zag», dio media vuelta sin ver caer el papel que antes de tocar el suelo comenzó a consumirse en llamas como si se tratara de un contrahechizo pronunciado para matar demonios.

Caminó dándole la espalda a la foto llameante, hacia allá estaba su camino, en dirección contraria; esa foto estaba ya en otra etapa del sendero; atrás, justo a un lado del «ojalá nunca», del «hubiera» que por supuesto no existe… del «y si…» pero lo cierto es que, ya no importa.

Insomnio y letras

Me regalaste varias noches de insomnio, casi todas lindas, casi todas emocionantes y digo casi porque la de hoy no me resultó ni hermosa ni esperanzadora, todo lo contrario, la de hoy fue diferente aunque con mucho insomnio también y con muchas letras.

Ya me había cansado de pensar y de preguntarme ¿por qué? ¿por qué? por lo que dejé de pelear contra mí, apenas había recargado mi cabeza sobre la almohada, comencé a ver sobre mí más o menos a un brazo de distancia un par de sílabas volando, quise alcanzarlas pero se esfumaron.

Luego volví a mirar el techo en la penumbra de mi insomnio y otras dos sílabas se pusieron a bailar por encima de mis ojos, las ignoré porque si de todas formas no me iban a dejar tocarlas no tenía caso hacer el esfuerzo y ahuyentar mi sueño, las miré por un buen rato y poco después otras dos se les unieron, bailaron y bailaron y hasta creo que unos minutos después me empezaron a llamar…»ps ps pss»… me levanté, sacudí la cabeza y ahí seguían, no las toqué para evitar que desaparecieran como las anteriores, así que mejor me senté a verlas desfilar, en cuestión de segundos dejaron de ser cuatro sílabas, era una palabra completa, luego una oración y después todo un párrafo.

Así pasé toda la noche, entre bailes de letras y los extravíos de mi mente y mi cordura, cuando brillo del sol comenzó a asomarse, cuando el primer rayo de sol cruzó por mi ventana que da al oriente, las letras se quedaron congeladas, el astro rey las inundó con su poderosa luz y entonces como si se hubieran fragmentado desaparecieron de mi vista por completo.

El párrafo que logré reunir con ellas naturalmente es toda una incongruencia y no tiene significado alguno pero te lo dedico porque tú fuiste el causante de esta noche de insomnio y letras que me dejó exhausta:

Era la noche del 25 de agosto cuando un alacrán con alas tocó la luz de la luna, sí, ésta era una luna con luz, o tal vez era una luz con luna, sólo así se explicaría que hubiera rayos en un universo sin sol. ¡Si, claro! era un universo diferente al nuestro.

Cuando el alacrán regresó de su largo vuelo hacia aquella quimera extraña que emitía poderosos rayos cegadores, notó que algo le faltaba, sería que nunca le declaró su amor a la quimera, pero tal vez sólo fue porque no estaba seguro de que volar fuera lo más adecuado para alguien como él; tonto alacrán, maldito alacrán, primero emociona a la luna o luz (nunca lo sabremos realmente) y luego le dice que tiene que regresar al sitio del que llegó…¿qué no sabes estúpido alacrán que si tienes alas es porque debes volar? ¿no entiendes que la luna no volverá a ser la misma? Ya no importa, la luna luz quimera, aprendió la lección: no volver a confiar en los alacranes y menos aquellos que tienen alas, porque pronto recuerdan que algunas vez fueron rastreros y ya de nada sirve ni importa lo demás. 

¿Entiendes su significado?  Porque yo, juro que no.

Falso positivo

Es un asunto muy simple, la vida es como un laboratorio, se la pasa uno haciendo pruebas, todo es una prueba, tú mismo lo dijiste «lo que suceda con ella, no lo sabemos, en absoluto».

Yo tomé una decisión como si fuera un riesgo calculado, aunque el brujo dice que se llama «desatino controlado», yo lo llamo como la mayoría: ensayo y error; cierto es que no todos los laboratorios invierten en todas las drogas, no, eso sería tirar el dinero a la basura; de igual forma yo no puedo tirar mis pesos en todos, no, invertí parte de mi capital en ti, no mucho,  debo decir, aunque a ojos de mis amigos y a tus propios ojos sí parecía mucho pero eso es porque yo soy más vehemente, más apasionada y mpas salvaje que la mayoría, incluso que tú…y lo demostré, puse en juego mi tranquilidad, porque estaba yo en una zona de confort tan agradable, tan llena de satisfacciones simples que la verdad, no me hacía falta nada de lo que tú prometías, ni me hacía falta escuchar todas las mentiras (que yo creí verdades) que me dijiste para convencerme ¡PERO CLARO QUE NO!

¿Quién va a necesitar adulaciones y falsos argumentos como los que tú me presentaste? ¡NADIE! ¡POR DIOS! ¡NADIE! Y menos alguien como yo que ha comprobado estar mejor sola que acompañada…mal acompañada.

Y entonces acepté hacer la prueba; esta droga me parecía prometedora y por eso, sólo vi lo que quise ver y dejé de lado lo malo, le ordené callar a mi instinto de supervivencia y cometí el peor autosabotaje; entré como ladrona a mi propio laboratorio emocional, pasé por alto todas las reglas y normas de seguridad sin que me importaran las consecuencias. Hice las pruebas y el resultado fue un falso positivo, parecía que era lo que en realidad no era.

Hice pruebas para buscar una esperanza, dio positivo pero era falso.

Hice pruebas para buscar verdad, dio positivo pero era falso,.

Hice pruebas buscando un reflejo mío, un compañero de andanzas, un hechicero para mis noches de viento y letras, mi yo masculino, dio positivo, pero todo, todo era falso.

Me arriesgué, le aposté al desatino controlado, pero se me descontroló.

Cerré el laboratorio, me quitaron la licencia y mientras tanto buscaré otros lugares para instalarme de nuevo, buscaré otros campos de acción, al menos este fallo me dijo hacía dónde no debo ir, me enseñó que el falso positivo se tiene que confirmar.

Decreto femenino.

Hoy decreto que no me convertirá en fiera el rechazo, el engaño o el maltrato de ningún varón.

Hoy decreto que no le entregaré mi cuerpo, mi alma, mis pensamientos, mis deseos o mi pasión a nadie que yo no quiera y que no valore cuanto soy.

Hoy decreto que nadie, ni hombre ni mujer, me robará la libertad, el amor, la tranquilidad, la paz, la esperanza o la dignidad.

Hoy decreto que no seré la sombra de nadie.

Hoy decreto que mis alas habrán de extenderse en pos de mi sueños y nadie tiene ni tendrá sobre mí, el poder de cortarlas.

Hoy decreto que no volveré a ser presa de la fantasía.

Hoy decreto que no volveré a permitir que me vendan sueños falsos, descompuestos, incompletos, destructores ni malignos.

Hoy decreto que sólo abro mis puertas al amor, sea cual sea la forma que adopte para mí.

Hoy decreto que sólo abro mis puertas  a los sueños, la pasión, la vehemencia, la locura, la luz, el perdón, la paciencia…

Hoy decreto que cierro mis puertas al engaño y a la soledad forzada y dolorosa, más no a la que uno elige.

Hoy, decreto que sólo he de volar en pos de la plenitud.

No, mejor no.

No, mejor no,

te tomo la palabra,

ni hoy

ni mañana

ni nunca.

 

No apuremos un beso

ni un encuentro;

dejemos que el agua corra

lejos de nosotros,

que el río seque su cauce.

 

Mejor no,

no quiero un beso de tu boca,

no quiero saber qué sentiría

al fundir mis labios contra los tuyos,

no quiero experimentar

ninguna delicia tuya,

no necesito

tu manos sobre mi piel.

 

Quiero ignorar mis ansias,

ahogaré mi sed

en la persistencia del olvido,

no necesito tu recuerdo

no lo quiero.

 

No, tienes razón,

mejor no,

no ahora ni nunca.

Mar adentro

Esta noche parto lejos,

me embarco mar adentro

dónde sólo se escucha

el lamento de las ballenas

y el canto de mis hermanas

las sirenas.

 

Me voy tan lejos

que el chirrido

de mi corazón desgarrado

se oye como un eco,

sordo y punzante

que me pide a gritos

que lo sumerja profundo…

tan profundo

que todo cuanto hay en la superficie

le resulte ajeno.

 

Parto a enfriar mi corazón

que en otro tiempo

fue de material ardiente,

era de carbón;

ahora

lo quiero de hielo

como el de mis hermanas,

frío…

y aún no sé

si conservará su magia.

 

Esta noche,

me embarco hacia el mar,

iré al sitio más lejano,

allá donde mi corazón

se sienta a salvo,

donde su centro ardiente

de carbón encendido

se apague por fin

y se transforme en un diamante

hermoso,

brillante…

frío y duro.

 

 

 

 

 

 

 

Lienzo

Haz de mi cuerpo,

pintor de sueños rojos,

un lienzo inmaculado.

Dibuja sobre mí el frenesí

de tu cuerpo entrado en calor,

arrójame tu paleta de colores

que vayan tomando la forma

de cada deseo tuyo…

o mío…

Pinta sobre mis labios

un conjuro de apetitos

con besos suaves,

acompasados…

desesperados…

desbocados…

Usa tu lengua como pincel

pinta en mi cuello

un breve paisaje de caricias verdes,

húmedas,

ardientes, rápidas, lentas,

profundas…

Y luego,

cuando me haya rendido

procura un trazo bajo

que llegue hasta mi pecho,

dibuja en él

todo cuanto quieras

besos rojos y gordos,

caricias delineadas y rellenas;

pequeñas pinceladas impresionistas,

marcas abstractas en púrpura

que me dejen queriendo más,

Haz una línea caprichosa

que llegue hasta mi vientre,

define sus curvas,

rellena sus huecos,

colorea sus espacios más sensibles,

marca sus puntos erógenos,

sombrea

cada imperfección de mi piel ahí,

ilumina toda la superficie

para explorarla sin problemas.

Sobre mis muslos obscuros,

en rojo y negro,

deja impresos motivos tribales

donde apuraste tus húmedos besos,

tal como si fuera un mapa

que me explique el sitio justo

en que mi piel sintió tus labios.

Sube un poco,

sólo poco,

gírame como lienzo de dos caras,

extiende tus colores sobre mi espalda,

haz que tu pincel baile sobre ella,

dibuja lo que quieras,

sobre mi sol

o alrededor de él,

usa tonos brillantes,

que mi cintura y mi cadera

sean relieves a escala

de esas montañas hermosas

con paisajes húmedos y verdes,

llenos de vida,

con pequeños riachuelos

y altas cascadas.

Prepara mis muslos y pantorrillas

como si fueras a pintar sobre ellos

un par de caminos pararelos

que sí se juntan

y desde mis pies,

par de islas en las que desembarcan

los buscadores de tesoros,

te llevan al paraíso,

a la cueva del cofre escondido,

llenos de delicias,

manjares y joyas exquisitas.

Píntame toda,

desde la nuca hasta la punta del pie,

por todos mis contornos,

por cada marca,

sobre cada lunar,

en cada imperfección,

en cada relieve,

por cada hueco,

por cada poro.

Píntame,

bórrame

y luego,

como tu lienzo interminable,

inacabable,

vuélveme a dibujar.