Hoy fue el día en que la ira de Furia cedió su lugar a la tranquilidad, una tranquilidad muy apresurada, claro, porque la vida no se detiene, hay que luchar y hacer que el trabajo, los hijos y uno mismo sigamos circulado por este mundo; no obstante el color con el que Furia se levantó esta mañana fue diferente, hoy en lugar de ver las cosas en tonos púrpura, todo se tornó un poco más azul, un azul que le pidió prestadas sus tonalidades el crepúsculo ¿cuál? No importa, el que sea…
Hoy dejé que el cabello me despeinara a su antojo y me senté del lado que da el sol en el autobús para que sus rayos pudieran acariciar mi rostro sin pedirme permiso, permití que la gente pasara delante de mí sin enojarme y ya en esta mini jungla he permitido que todo fluya de manera que mi alma y mi mente pudieran estar conectados como en muy pocas ocasiones sucede…
Hoy fue el día en que la ira de Furia pasó de los tonos agudos de la escala hacia los bajos, hoy su voz fue más lenta y grave para poder saborear las palabras que fluían por sus labios… hoy Furia espera con el tiempo, cansada de desesperarse por él… hoy Furia vive…
Pues así es Furia, lo importante es vivir. Por supuesto vivir como tu creas conveniente, vivir para enseñar, vivir para disfrutar, vivir para aprender.
A veces olvidamos vivir.
Así que tómate tu tiempo Furia.